Huellas
La noche me sorprendió y me vi obligado a acampar en tus labios. Cada cansancio, ira y frustración de hoy me esperan a la periferia pues jamás se arriesgarían a desaparecer entre nuestras luces, nuestros mares. Pasa cada día mientras tu huella abandona mis pulmones, y ya sin voluntad alguna me entrego a esta embriaguez de vos, esperando que sea así como la caprichosa muerte decida encontrarme.
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