domingo, 26 de octubre de 2014

Mundo nuevo

Con los días como borrones, como ilusiones de una vida que no es la mía, me levanto con un cansancio inusual y una desidia conocida; espero que el clima cambie y que el sol aprenda a ser equitativo…
Con una indecisión que persevera, me muevo como péndulo sin llegar jamás a donde quiero, alcanzando a medias la felicidad que no ambiciono…pero invariablemente, imposiblemente y más queriendo que sin querer, apareces vos, y el cielo se adapta a tu color y los ruidos son de repente otros, y llegas sin palabras o con las de siempre disfrazadas como malas farsantes de otras menos bellas y te creo sin creerte y te miro mientras miro un mundo nuevo, y me aferro a vos como a mi última arma, inmóvil por el miedo a que desaparezcas si hago un movimiento brusco o imprudente; mi corazón guarda un silencio empecinado, casi tan necio como el de mis labios, sosteniendo una llama que ilumina, gracias a vos, casi cualquier sombra. Dejo de estar en mí para estar en el rumor de un aire lejano y en ese estado de aparente quietud, de carnaval disfrazado de silencio, el viento que emanas se adueña del tiempo (mudo y atónito en este punto) y la luz que brindas casi como un milagro se adueña sin esfuerzo de cualquier noche.

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