domingo, 26 de octubre de 2014

Viento

Pierdo en el protocolo trozos importantes de la energía que podría emplear en amarte, pierdo tiempo valioso al no mirarte aunque lo emplee al instante en avanzar. El soñarte consume mis energías aún en mi vigilia y mi tristeza es el color cotidiano de la madrugada. Te envío las olas de mi mar para que sepas que te pienso, se va en el viento mi silencio para compensar.

El mar

No ambiciono tu perdón porque ya no va acompañado con la esperanza de tu abrazo, de tu sonrisa para mí. El mar triunfó al fin al separarnos y destruyó con paciencia y decisión nuestros intentos de construir, reparar o revivir un amor que supusimos eterno. Quedan nuevos amaneceres en mi vida pero ya no con vos, ya no a tu lado, quedan nuevas canciones y quizá una o dos historias que me harán sonreír, sin embargo tu recuerdo que con tanta fuerza se aferra hoy a mi mente y a mi corazón tiene el único destino de ser víctima del tiempo y finalmente desaparecer.

Miedo

Y así nomás te vas, como el viento, como el agua, como la vida que no mira hacia atrás en su incansable carrera hacia la muerte, dejando solo el miedo, el frío y la incertidumbre de un mañana que tal vez no será, que tal vez no te incluye.

Eco

Si. Mi mente no está donde debería. Suspiro de más y a menudo me ausento durante las conversaciones, aun cuando mi cuerpo se queda. Me olvido de usar reloj y no amarro los cordones de mis zapatos. Mis tristezas reclaman la atención que antes les daba, pero es que ya no tengo tanto tiempo disponible...me convertí en un peatón descuidado y merezco los insultos de los motoristas, mi agenda gradualmente se ha ido quedando vacía y todos los pensamientos que llenaban mi cabeza con historias de ironías cansadas (evitando así el eco en mi cráneo) han migrado quién sabe a dónde, dejándome tal vez por accidente una sonrisa nueva y un reciente repertorio de dolores valederos.

Indiferencia

Es obvio que el conocerte y más aún quererte es a la vez un placer y un horror inenarrable y no me refiero solo a que únicamente encuentro la paz entre tus labios o a lo mucho que aborrezco tu indiferencia anatómicamente patentada, me refiero a que quererte implica desmenuzar la razón y darle nuevas formas para que el cerebro no estalle y la boca se limite a las mentiras cotidianas. Me refiero a que quererte implica deshacer el corazón para adaptarlo a las dimensiones absurdas de tu silencio, procurando siempre que no falte tu sonrisa en mis bolsillos por si acaso falla la paciencia o mis besos se escurren sin permiso hacia vos. Me refiero a que quererte conlleva la titánica tarea de soportarte y la sorda convicción de que no he nacido para más.

Perderte

Esto de perderte todos los días se está convirtiendo en una lúgubre costumbre, hábito sazonado con mis silencios cobardes y mis sonrisas que vos sabes fingidas y que decides dejar pasar...hoy me tocó quererte porque me faltan las fuerzas para odiarte o incluso aborrecerte, hoy me tocó quererte porque lo que somos en mi mente es más grande que esta mierda que actualmente nos define, hoy me tocó quererte y no voy a hacer absolutamente nada al respecto.

Inmovil

Mientras la noche se extiende va aumentando la fascinación, resuena en la oscuridad el llanto desbocado de mil guitarras eléctricas y quien baila lo hace en sincronía con el universo. Aumenta el calor y tu risa suena como el agua sobre el techo, como el viento entre los árboles, docenas de ojos sucumben al espectáculo de tu piel, de tu contacto silencioso e inmóvil, de tu preguntar sincero e incesante. Avanza la noche y con ella la sed, el corazón se pone cómodo y ya no pide permiso, hay bombas que explotan, terremotos, vendavales que se llevan con simpleza los miedos para botarlos en los prados, en los parques, en el techo de alguna iglesia. Se acerca la madrugada y mi cansancio no me encuentra en el sitio acordado, amenazando y vociferando en su desorientación; percibo el vacío de vos mientras el sol se escurre en mi armadura de turno y fiel como el perro que siempre he sido vuelvo a tu lado para de nuevo dejarte ir.

Sorpresas

La vista y el corazón al cielo oscuro, se vino la noche sin compasión, se calla el mundo que no espera, se vuelve real el frío y el dolor. Los pasos lejanos no son sorpresa y no es sorpresa que no se acerquen jamás; la luz se extingue y solo queda tu lumbre, la luz de tus alas, el brillo de tus ojos que deshace el mundo, tus pasos que si vienen, tu mano sobre mi rostro y tu voz de otra galaxia.

Lumbre

Me queda el gris de la noche en el centro del alma y ese lastre que aparentemente no logro soltar, me queda esa distancia que aún no puedo aceptar, me queda uno que otro dolor y esa lumbre de tu existencia.

Caminar

El deber de vivir y el consecuente placer de tener por qué hacerlo, ver cómo te alejas y saber que si vuelves será solo a mí, dejar que hables y dejar que me beses cuando acabes, caminar en el frío de la mañana o bajo el sol del mediodía, caminar hasta más no poder, caminar hasta ti...

Mundo nuevo

Con los días como borrones, como ilusiones de una vida que no es la mía, me levanto con un cansancio inusual y una desidia conocida; espero que el clima cambie y que el sol aprenda a ser equitativo…
Con una indecisión que persevera, me muevo como péndulo sin llegar jamás a donde quiero, alcanzando a medias la felicidad que no ambiciono…pero invariablemente, imposiblemente y más queriendo que sin querer, apareces vos, y el cielo se adapta a tu color y los ruidos son de repente otros, y llegas sin palabras o con las de siempre disfrazadas como malas farsantes de otras menos bellas y te creo sin creerte y te miro mientras miro un mundo nuevo, y me aferro a vos como a mi última arma, inmóvil por el miedo a que desaparezcas si hago un movimiento brusco o imprudente; mi corazón guarda un silencio empecinado, casi tan necio como el de mis labios, sosteniendo una llama que ilumina, gracias a vos, casi cualquier sombra. Dejo de estar en mí para estar en el rumor de un aire lejano y en ese estado de aparente quietud, de carnaval disfrazado de silencio, el viento que emanas se adueña del tiempo (mudo y atónito en este punto) y la luz que brindas casi como un milagro se adueña sin esfuerzo de cualquier noche.

Curioso...

Quién iba a pensar que estando con vos las reglas del amor no iban a aplicar y me iba a encontrar yo tan desilusionado como feliz
queriendo acabar con vos, mi única fuente de aire,
queriendo dejarte atrás mientras te aferro con mis dos manos.
Difícil pensar hasta hace poco la curiosa explosión que en mi ibas a causar,
el desconcierto de tus dos palabras diarias,
la refrescante desconfianza que tu risa me procura.
Lejos de este sueño,
de esta nube,
hay un mañana más claro, más limpio, más grande,
pero lastimosamente sin vos.

De goteras

Te regalo esta lluvia que no nos tocó, este aguacero inclemente que nos encontró separados pensando quizás el uno en el otro, te regalo este frío que no seré capaz de quitarte y el encierro obligado con el que evitarás que la cosa se ponga peor. Te regalo los rayos y truenos que tal vez te asustarán, las goteras en nuestras casas, los charcos y los perros mojados en la calle...te regalo mi tristeza de esta tarde y todo el agua que se desliza en esas ventanas donde tu imagen ya no aparece.

Sin fin

La luz se apagó al fin en nuestra habitación feliz haciendo considerablemente difícil que alcance a ver las paredes pintadas de vos. Afuera hace un frío distinto y si cruzo mis brazos lo suficiente logro pensar sin vientos ni aguaceros.

Mi elección fue quedarme aún en contra del amor que te tenía
mi decisión fue fingir que te entendía.
En mi mano derecha el equipaje acumulado en uno o dos segundos
en el mar de mi nostalgia las no noches de no sueño juntos.
Vos con tu miedo a la vida, yo con mi miedo al miedo (par de maricas).

Y una vez más se pone el sol que no calienta ni ilumina dejando ante mis ojos un paisaje asquerosamente familiar, demasiado conocido y lamentado, frecuentado incluso...el desenlace perfecto de una historia sin final.

Bosques

Lo que siento por vos lo describe muy bien una lluvia nocturna, con cielos nublados y vientos helados corriendo en desaforo por cualquier avenida. Lo describe también un poema triste en un cajón que prefiere ser quemado antes de ser encontrado por los ojos y los labios que le dieron vida. Lo que siento por vos es constantemente frecuentado por silencios necesarios, por miedos justificados, por las imprudencias que se empeñan en evitarnos las heridas. Lo que siento por vos es un paraíso sobrevolado por misterios y verdades que no te cuento, un bosque no descubierto y encantado, un puñado de estrellas en estampida. Lo que por vos siento va más allá de los simples recuerdos, de los vagos dolores, de las insípidas lágrimas y las amargas sonrisas, va más allá de mis derrotas merecidas y mis victorias inventadas, se aferra a nuestras historias no contadas, habita en mis esperanzas destruidas.

Vagar

Sin hacer caso a tus palabras, ignorando incluso tu mirada que me recrimina aún más fuerte y más alto, me refugio en mi silencio intentando minimizar las heridas, controlar el daño, no cavar más hondo. Sin hacer caso a mi pobre intento de salvar un pedazo de mi alma me concedes generosa un espacio que no he pedido y sin un asomo de duda dejas ir mi mano ahora víctima de la gravedad y el hastío. Sin siquiera un ápice de esperanza intento articular mis tinieblas y lamentos, mi cansancio y mi derrota, pero el viento que es mi enemigo se lleva mis sonidos y los esparce con violencia a lo largo de tu olvido y de tu indiferencia, se desvanece sin remedio tu presencia y solo me queda vagar entre los escombros de lo antes prometido.

De lluvias

Con lluvias prestadas me sacudo cada sol no deseado, los silencios ajenos me albergan del ruido y del dolor. Las paredes de mi infierno me arrullan y esta nueva muerte es un antiguo despertar.

Madrugadas

Por quererte y sin querer fui perdiendo partes de mí en el camino, me fui olvidando de mis sombras pero ellas jamás se olvidaron de mí, me he despojado de mi armadura para darme cuenta de que su interior estaba vacío y vuelvo una vez más a ese largo callejón solitario y eterno, buscando en mi desorientación aires de otras madrugadas.

Sueños

Sueños de un pasado que no tuve, de lugares que jamás vi y personas que no llegué a conocer. Sueños en los que conviví con mis antepasados y nos tomamos fotografías que inmediatamente salieron amarillas de lo viejas y nos llenaron de nostalgia porque sabíamos que no eran de verdad. Sueños de despedidas y ausencias prolongadas, de muertes prematuras y fantasmas de un más allá que me inventé por la pura desocupación y la devastadora soledad.

Huellas

La noche me sorprendió y me vi obligado a acampar en tus labios. Cada cansancio, ira y frustración de hoy me esperan a la periferia pues jamás se arriesgarían a desaparecer entre nuestras luces, nuestros mares. Pasa cada día mientras tu huella abandona mis pulmones, y ya sin voluntad alguna me entrego a esta embriaguez de vos, esperando que sea así como la caprichosa muerte decida encontrarme.